
A mí me gusta dormir en el transportín pero como muchas noches está cerrado, me voy a acoplar en la cabeza de Tania a lo calentito. Parece que no le importa, por eso lo hago, creo que me cierra el transportín para que lo haga...

Cuando fuimos a la casa de los gatitos estuve reconociendo a la gatita. Se llama Mía y creo que le gusta jugar conmigo porque se subió a una silla y estuvimos jugando a patitas, a ver quién pillaba a quién. La veo muy grande aún, así que cuando me da ella un zarpazo a mi se me escapa un bufidito. Por el contrario, el neko no quiere saber nada de mí. Cuando se acerca a menos de dos metros ya me está bufando con una voz que me asusta. Yo intento acercarme, pero me es imposible con ese ruido y me voy pitando. Ojalá llegásemos a ser amigos algún día.

También fuimos porque era el cumple de la hermanita de Tania. Llegamos a casa y no estaban, pero Tania llamó y vinieron al rato, mientras yo aproveché para jugar con Mía. También vino alguien que no conocía. Era una amiga suya y le llevó un regalo, como nosotros. No vino nadie más porque dijo Dámaris que celebraba su cumple el sábado. Ya tiene 15 añitos, y yo sólo tengo dos meses... aún soy muy peque...

Vaya! tu cada día vas de visitas por ahí! que afortunada! y con amigotes!
ResponderEliminarEs que mi casita y la casita donde viven los gatitos no está lejos y vamos casi todos los días.
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